miércoles, 25 de agosto de 2010
TRAS LAS REJAS UN VIVAL POR DEFRAUDADOR A VARIAS PERSONAS.-
Por años buscaban hasta que cayó el vival así lo dio a conocer don Pedro Cárdenas Renteria._.-
Villaflores, Chiapas 24 de agosto de 2010, por Miguel Ángel Castro Martínez.- Perdió todo, hasta su familia, por confiar en un supuesto líder social que le ofreció un “crédito internacional”; su sed de justicia venció todos los obstáculos, y por fin, nueve años después, logró ver tras las rejas al defraudador de al menos 250 campesinos frailescanos. La desgracia del Huracán Mitch, en 1998, trajo otra calamidad a los empobrecidos ganaderos y cafeticultores de La Concordia: José Antonio Díaz Montejo, dizque dirigente del Consejo Campesino Independiente (CCI). Tras el paso del citado fenómeno climático por la zona, apareció por el rumbo de los Cuxtepequez, Díaz Montejo, quien con el cuento de un “crédito internacional” engatusó a cientos de campesinos. Don Pedro Cárdenas Rentería, propietario del rancho Morelia, fue uno de los líderes locales que creyeron en las palabras del que prometía financiamiento millonario extranjero para reponer las tierras pérdidas por el desastre natural y para la adquisición de ganado, entre otros. Tan sólo el grupo de Don Pedro, integrado por 250 productores, aportó cerca de cinco millones de pesos para poder obtener el famoso crédito que triplicaría la cantidad. Mucha gente se endeudó para poder beneficiarse del apoyo. Don Pedro, también pidió prestado. El tiempo pasó y el crédito nunca llegó. Díaz Montejo utilizó miles de pretextos para no devolver el dinero de los productores. Algunos de los agraviados no soportaron el timo y el corazón les dejó de latir, se infartaron. En la Agencia del Ministerio Público de La Concordia jamás prosperó la denuncia por fraude interpuesta por Don Pedro y demás afectados. Lo mismo pasó en la capital del estado. “Todo lo tenía controlado”. En el transcurso de la búsqueda de justicia, Don Pedro vendió un rancho, una casa, y otros bienes, casi quedó en la calle para poder sobrevivir y pagar la deuda adquirida. Mientras se diluía la esperanza de ver al defraudador en la cárcel, la familia de Don Pedro también se desintegraba por las precarias condiciones económicas. A pesar de las adversidades, Don Pedro siguió tocando las instancias procuradoras de justicia. Recientemente tuvo que interponer de nueva cuenta la denuncia en la Fiscalía del Ministerio Público de Venustiano Carranza, lugar de origen del acusado, y esperar algún resultado. El domingo último, recibió la noticia tan anhelada por nueve largos años: José Antonio Díaz Montejo había sido detenido en aquella demarcación. “Espero que me haga justicia la ley para recuperar algo”, dice el sexagenario al contar su historia sentado en una banca del parque central de Villaflores, desde donde recomienda a los campesinos frailescanos a no dejarse engañar por este tipo de vívales
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