martes, 29 de marzo de 2011
DOMINGOS CON JESÚS. Pbro. Lic. José Luis Aguilera Cruz. aguileracruz@yahoo.com.mx
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 4, 5-42.
27 de Marzo de 2011.
“Dame de beber”.
Jesús llegó a Sicar, un pueblo de Samaria, donde estaba el pozo de Jacob, era cerca del medio día, llegó una Samaritana a sacar agua y Jesús le dijo: “Dame de beber”, ella dijo: “¿Cómo tú siendo judío me pides de beber a mí que soy samaritana?” esos pueblos no se hablaban.
Jesús le dijo a la mujer: “Si conocieras el don de Dios y quien es el que te pide de beber, tú le pedirías a él, y él te daría agua viva” ella le dijo: “Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo?
Jesús le dijo: “el que bebe del agua de este pozo, vuelve a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed; el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un manantial capaz de dar la vida eterna”.
PALABRA DEL SEÑOR. REFLEXIONEMOS.
Jesús se presenta como un hombre sediento, como una persona necesitada, pero resulta que él puede dar más que la persona que pretende ayudar, él le puede dar a la mujer de aquel tiempo y a ti hoy: agua que se puede convertir dentro de ti en agua viva.
Hoy se habla de lo saludable que es el agua, pero no la que viene de un agua estancada, sino la que viene de manantial, de agua viva, así de saludable es acercarse a Jesús pero no con orgullo o la soberbia, sino sediento, necesitado de él.
Quien lo busca así, buscando la verdad y tratando de seguir sus pasos, esa persona será espiritualmente libre, transparente, pura, como aquel que físicamente toma suficiente agua cada día. Busca a Jesús tanto o más como buscas tu salud corporal por el agua.
BUSCA CADA DÍA A JESÚS Y ÉL TE BENDICE TAMBIÉN CADA DÍA.
Guión y voz: José Luis Aguilera Cruz, sacerdote.
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